TIERRAS NEGRAS: Flores de Valdenoceda
Tierras Negras es un viaje muy particular por la memoria heredada. Es aceptación, metáfora y compromiso. Es forma y contenido, escucha y palabra, ESTUPOR y CATÁSTROFE.
Habla de fosas, huesos y paisajes; de lugares donde el tiempo se paró a fuerza de querer olvidar. Habla de pretéritos que se conjugan en presente, pero sobre todo habla de paz y de nombres propios que tienen el color de la tierra entre sus palabras. Tierra que acoge sin preguntar. De edificios y huesos: de estructuras que dan forma al horizonte y a nuestra particular memoria.
Flores de Valdenoceda es mi segundo trabajo que recorre la provincia de Burgos. Valdenoceda pertenece a la Merindad de Valdivieso y es el rio Ebro el que hace a este valle fértil y hermoso. La antigua cárcel te recibe si vienes de Villarcayo, pero que da oculta tras una curva si accedes desde el puerto de las Mazorras. El cementerio, a espaldas de la iglesia de San Miguel se tapiza con pequeñas flores en las fechas por las que anduve por allí. Ellas dieron nombre a este trabajo.
Trabajo que ahora presento y que es un recordatorio y un palpito. Es arcilla, cenizas y papel amontonado, roto, con un orden muy suyo y cierto aroma a caos. Papeles envejecidos, pisados, cansados, dignos y francos, que miran de frente como pocas veces se mira ya.
Sabed por todo ello que estáis presentes en cada hierba y en cada flor. Presentes en los muros, en la respiración de la gente. En el miedo y en el silencio impuesto. Estáis en mis manos y en estas obras con todo el amor que he sido capaz de poner en su elaboración. En el tiempo dedicado, en los maravillosos encuentros, en los momentos mágicos….Os doy por ello las gracias a todos vosotros, los fallecidos del penal de Valdenoceda.
Hoy sois flores.
Hoy soy afortunada.
Almudena Tapia (2018)