¿Cuándo es más libre la plumas? (2008) | Ana Matey

¿Cuándo es más libre la plumas? (2008) | Ana Matey

Obra perteneciente a la serie «El recolector de plumas»

«El Recolector de Plumas» es un work in progress iniciado en el verano del 2008 en el cual me pregunto de que manera quiero vivir.» – Ana Matey


“El Recolector de Plumas” es un trabajo procesual de Ana Matey (Madrid, 1978) formado por dibujos, videos, fotografías, instalaciones, y acciones individuales, colectivas y participativas -las performances que centran esta propuesta- que la artista genera de manera específica según el espacio en que se presenta y según el estadio en el que se encuen- tra el propio proceso creativo.

Ana Matey define “El Recolector de Plumas”, su álter ego, como un individuo “cansado del ritmo frenético del transitar y del hacer en la vida diaria, del continuo hacer, producir, conseguir, competir, poseer, ser más, tener más…”; una figura que se revela contra la aceleración de la sociedad occidental desde la búsqueda íntima del vacío y el silencio.

Todo empezó hace siete años en Normandía, lugar que Ana Matey escogió en un momento determinado de su vida para alejarse del ritmo acelerado de la ciudad. En aquél nuevo ambiente, alejada del mundanal ruido, empezó un ritual diario en forma de largos paseos en los que se dedicó a recolectar plumas. Aquél repetido acto de andar y recoger plumas, concebido como una forma consciente y plena de vivir/sentir el cuerpo y de observar/sentir lo que nos rodea, engendró una duda: ¿cuándo es más libre una pluma?, ¿al estar unida al resto de plumas, que como ella tienen su función formando parte de otro cuerpo? ¿o al desprenderse y quedar sola sin función clara a expensas de que viento, agua u otro cuerpo le den movimiento?

Esta pregunta existencial activó un ramificado proceso artístico minado por los grandes enigmas sobre nuestra forma de vivir, individual y colectivamente. Para Ana Matey las plumas son “cuerpos” que yacen sobre la tierra, pequeños cuerpos que en las acciones del recolector se presentan atrapadas, liberadas, plumas que retoman el vuelo, plumas que se pierden en el camino, plumas que vuelven a formar parte de otro cuerpo…

A través de todos los medios artísticos que utiliza (dibujo, fotografía, instalación, acciones…), Ana Matey invoca fuertes imágenes poéticas. Las siempre presentes plumas se rodean de un universo simbólico poblado de hielo, agua, harina, huevos, hilos, aliento, moho…elementos, todos ellos, que están en el proceso de una transformación y que llevan en sí mismos la idea fundamental del constante renacer.

Texto de la comisaria Anna Fabra Radúa (Revista Nómade*)