La mujer tras el mito, así plantea Lovisa Nini esta exposición destinada a posicionar otra faceta de Norma Jeane, la mujer que tras más de 60 años, sigue siendo un icono del cine y de la mitomanía de las estrellas de ese Hollywood dorado de los 50/60.

Lovisa Nini, repasa una trayectoria vital con la presencia de una Marilyn que le ha acompañado durante toda su vida desde la infancia. Este viaje parte de el robo inocente cuando era un niño, de un libro a su tía Gloria, donde la imagen “erótica” de la musa había sido arrancada, pudiendo sólo visualizar una Marilyn Monrroe esplendorosa, pero ausente de su desnudo icónico de la sabana roja. Es el primer recuerdo consciente que no ha logrado descifrar hasta pasados más de 30 años cuando el artista, recupera un original del libro sin censurar y toma conciencia del mito ausente, la misma ausencia que Norma tubo con su padre y que tanto pesó en su intrahistoria. La teoría de las cuerdas, los universos cuánticos, las multirealidades hacen que el paralelismo o la identificación no con el mito, sino con la persona que articula un destino, sea el llive motive de esta exposición.

Mi nombre es Norma Jeane pudiera ser una bitácora de hallazgos íntimos, personales que Lovisa Nini asocia a la figura de Marilyn y que han construido una mitología personal, que ahora nos brinda para acompañarle como testigos en su viaje a la búsqueda de la incógnita máxima…..¿Quien fue realmente Norma Jeane?

La pluralidad de elementos y reflexiones que panean por la exposición parten de una obsesión del artista sobre una serie de hitos intrapersonales donde la figura de Norma Jeane fue tangencialmente protagonista y acompaña un universo vital de Lovisa Nini como creador, cineasta, pintor y fotógrafo.

Oscar Maria Ramos se rebautiza para esta nueva etapa creativa como Lovisa Nini. Una versión que destierra el trastorno, la tristeza y las obsesiones para abrirse a una etapa luminosa y feliz como artista visual.

En este recorrido en busca de la mujer oculta tras los focos, descubrimos a una Norma Jeane que amaba la pintura española, la literatura, no en vano era una gran lectora, lo que hace entender mejor su relación con Arthur Miller. La Norma Jeane, disciplinada, estudiosa, intelectual es la que sostiene y acompaña al mito. Algo que ya pasó otras veces con iconos de leyenda como fué Antonia Abad y su icónica Sara Montiel, de la cual el artista público hace unos años un libro homenaje a la diva española también vinculada a ese Hollywood dorado de las estrellas de los 50/60.

Las obras parten de una figuración abstracta que se complementa con lenguajes conceptuales, donde Lovisa Nini navega por paisajes que fueron parte de narrativas vinculadas a Norma, como las playas, el padre ausente que Lovisa transforma en el “Caballero de la mano en el Pecho”, obra inspiradora de uno de los artistas que Norma adoraba de la pintura española, el Greco.